Romántico, pop y contemporáneo

El arquitecto supo realzar la belleza del contexto sin ceder al romanticismo inherente que se inspira en los áticos de París. Nick Maltese se centró en la realización de una vivienda funcional y moderna, donde las elecciones de estilo (desde los acabados hasta el mobiliario) hablan un lenguaje coherente y contemporáneo, y dejan entrever su gran atención a la selección de materiales y la búsqueda continua de soluciones innovadoras.

“El proyecto es una reinterpretación de una suite de hotel. Respecto de la planimetría, la organización se basa en tres principales: la zona de día abierta, la zona de noche y el espacio de trabajo de Elisa. Los colores rectores que he identificado incluyen tonos oscuros, que contrastan con el blanco del techo, y una paleta inspirada en el polvo facial que incluye tonos suaves y tierra, para vincular idealmente los ambientes con el mundo del maquillaje, del cual Elisa Maino es una de las influencers más importantes”, explica el arquitecto Maltese. La estructura realza la percepción de las perspectivas y los volúmenes gracias a un efecto telescopio, que es particularmente evidente en la sala de estar, basado en la ubicación de las ventanas para maximizar la luz natural. La cocina fue diseñada por el arquitecto y se utilizó gres porcelánico efecto mármol para la encimera y también para las estanterías. El suelo es de parquet claro punta Hungría con tablas de tamaño medio.

Con un acento contemporáneo que apuesta por un diseño más atrevido, toma forma el nuevo concepto de Frank, el histórico club nocturno milanés. Las fuentes de inspiración son múltiples: en este caso, el arquitecto se inspiró en los clubes neoyorquinos, desde el centro de Manhattan hasta la zona de Village, punto de referencia de la comunidad de artistas, músicos, fotógrafos y creativos. Como creando un clímax, desde la entrada hasta la sala más grande los acabados de los materiales crecen en intensidad, culminando en una mezcla inédita de tejidos y superficies cerámicas, como la pared metálica perforada que está en el fondo de la sala y la rugosidad urbana expresada mediante el revestimiento cerámico tridimensional: un efecto cemento que eligió el arquitecto en el tono gris perla para superar el minimalismo crudo que suele ir de la mano del hormigón, con una tridimensionalidad táctil sorprendentemente agradable.

El hábil uso de la iluminación, que va de lo técnico a lo decorativo, permite captar detalles inesperados, creando al mismo tiempo la atmósfera suntuosa y opulenta de las grandes producciones musicales que han caracterizado los últimos cincuenta años. Pero... ¿quién es Frank? “Quise rendir un homenaje a los numerosos Frank de la escena artística internacional, de Frank Sinatra a Frank Zappa”, revela Nick Maltese, “y crear un club donde estos personajes no sean simples retratos en una pared, sino personas presentes junto a los demás invitados”.

El arquitecto y fundador de Nick Maltese Studio siempre ha creído que el pensamiento incoherente permite liberarse de todo tipo de configuración y tener una actitud profundamente crítica hacia las influencias y contaminaciones. Nick Maltese razona sobre cómo hacer irreconocible lo reconocible, cambiando la perspectiva del enfoque del diseño y ampliándola a un estilo de vida que pueda expresar una personalidad auténtica y original en todo tipo de proyectos. Todos los conceptos de los proyectos de Nick Maltese se inspiran en el arte y la arquitectura. Surgen de un análisis histórico del territorio y de la función del proyecto y toman forma en un entorno artístico-arquitectónico en el que los usuarios del espacio serán los protagonistas de la escena.

Créditos Fotografía: SIMONE FURIOSI