Calefacción por suelo radiante, ideal para el medio ambiente

Este tipo de sistema funciona introduciendo agua caliente en un serpentín que discurre de forma capilar bajo el pavimento; el serpentín transfiere el calor del agua a la solera de hormigón, que tiene la misión de irradiarlo al ambiente, calentándolo.

En los últimos años, la calefacción por suelo radiante ha tenido cada vez más éxito porque es una solución que, en primer lugar, promete confort y bienestar: de hecho, funciona por irradiación en toda la superficie transitable, justamente como hace el sol con la Tierra. En este caso, el calor se irradia desde abajo hacia arriba, pero sigue calentando las habitaciones de manera uniforme, evitando corrientes de aire y formación de vapor. Además, es una forma de calefacción más saludable que el uso de radiadores murales, ya que minimiza la aparición de humedad y la proliferación de ácaros y moho.

La elección de este tipo de sistema no sólo repercute en el confort de la vivienda, sino que también aporta un considerable beneficio económico: para disponer de un calor óptimo, el termostato puede ajustarse a temperaturas medias más bajas, con un consiguiente ahorro económico. Pero esta no es la única ventaja; hay otra que tiene un importante impacto en el medio ambiente: en la calefacción por suelo radiante las temperaturas de impulsión son inferiores a las de un sistema tradicional (30°/35° frente a los 70° de un sistema de radiadores), por lo que también se pueden utilizar fuentes de energía renovables.

Obviamente, el rendimiento de un sistema de calefacción por suelo radiante dependerá del material que hayamos elegido y de su conductividad e inercia térmica. ¿De qué se trata? En pocas palabras, estas dos propiedades permiten al material almacenar y al mismo tiempo transmitir el calor. Cuanto mayor sea la conductividad térmica del material, menos calor quedará atrapado bajo el suelo sin calentar la casa.

Entre los materiales más utilizados, la cerámica es sin duda el preferido en el caso de la calefacción por suelo radiante. De hecho, el gres porcelánico se calienta con facilidad y con la misma facilidad libera el calor al ambiente. Pero la buena conductividad térmica de la cerámica también es válida cuando el suelo radiante actúa como sistema de climatización mediante la introducción de agua fría en el serpentín, posibilidad que hace innecesarios los acondicionadores de aire.

En cuanto a la estética, las colecciones Atlas Concorde ofrecen una amplia gama de looks, desde gres porcelánico efecto madera a gres porcelánico efecto hormigón, así como gres porcelánico efecto piedra y gres porcelánico efecto mármol. También la variedad de formatos y acabados de superficies es muy amplia, de modo que, para cada ambiente de su casa, podrá encontrar el pavimento que mejor concilie el gusto y la practicidad.

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