Matteo Brioni cuenta la génesis de Boost Natural

Atlas Concorde buscaba a alguien que le ayudara a expresar, a través de un material producido industrialmente, una visión estética de las superficies naturales. Buscaba a alguien que me permitiera ir más allá de los límites del tema contar mi visión y experiencia en diferentes ámbitos: nos encontramos en el momento adecuado.

Si hablamos de efectos de superficies, es apropiado hacer una distinción dentro de los acabados minerales, porque la cal y el cemento tienen una estética que se llama «marmolada». La tierra cruda, en cambio, es mucho más homogénea. Podríamos llegar a decir que mientras la cal y el cemento son más masculinos en términos de acabado y estética, la tierra cruda es mucho más suave, más envolvente, casi femenina.

La inspiración de la colección Atlas Concorde empieza por definir mi trabajo. Algunos dicen erróneamente que es artístico, yo creo que sea artesanal: la diferencia es sutil pero sustancial. Se dice que en el arte hay artesanía y en la artesanía hay arte. Pero el arte busca la expresión, la artesanía busca la perfección, o sea la repetición continua de una estética, un movimiento, un gesto. Así que asumiendo que el arte y la naturaleza son fuentes de inspiración, en la colaboración con Atlas Concorde lo más importante fue sintonizarnos para poder alinearnos sobre cuales eran los términos y características que se requerían. Una vez resuelto este aspecto del lenguaje y de la comprensión, podríamos decir que fue bastante fácil declinar la colección para llegar al aspecto natural.

Las elaboraciones utilizadas para Boost Natural son exclusivamente manuales. Tuvimos a varias personas trabajando en los mismos paneles justamente para evitar la homologación del gesto, y utilizamos un material más fino para evitar que se produjeran moteados, superficies excesivamente ásperas que hubiesen podido crear inconvenientes a nivel industrial. Incluso utilizamos herramientas inéditas para hacerlo: espátulas japonesas, sumamente suaves, pequeñas y muy elásticas, que compré en mi último viaje a Tokio.

Ya en el nombre de la colección se percibe la idea, «Natural». La industria cerámica y nuestra producción de tierra cruda tienen un común denominador: el uso de la arcilla como materia prima. Pero mientras la industria cerámica se interesa principalmente por el color cocido y el comportamiento de la arcilla al fuego, a mí me interesa el color crudo. Por eso, cuando razonamos sobre la interpretación del color para una colección en la que el concepto de «natural» se hace característico, tomamos las seis arcillas más bellas que conocemos y las mezclamos hábilmente con agregados naturales. Es así como nace una paleta de colores auténtica y fascinante.

Estoy convencido de que sentirse bien en un espacio sea sobre todo una cuestión de percepción. Ahora, incluso más que hace años, cuando empezó a extenderse la tendencia introspectiva, «calidez minimalista» y «natural», sentirse bien en un lugar es crucial. Y esta sensación de bienestar empieza por la forma en que se diseña el espacio, pero también por la elección de los materiales y los colores que utilizamos para revestirlo. Boost Natural será sin duda una oportunidad para que los proyectos de interiorismo cuenten con revestimientos y superficies que contribuyan a crear armonía y belleza en los ambientes en los que vivimos.